Junto a su esposo, José Cayetano Luna Zegarra, formó una red de espionaje para las fuerzas patriotas en la que se incluyó al pescador, espía y mártir chorrillano José Olaya.
El gobierno y el Congreso se vieron obligados a trasladarse a la Fortaleza del Real Felipe en el Callao.
En este refugio se encontraba también el general grancolombiano Antonio José de Sucre, enviado del Libertador Simón Bolívar con una avanzada de su ejército.
[3] Sucre necesitaba imperiosamente comunicarse con los patriotas de Lima, ya que quería conocer los movimientos de los realistas y los pertrechos con los que contaban.
Recibía la correspondencia de Sucre desde el Callao por medio de José Olaya, y luego distribuía los mensajes a los mandos insurgentes en la capital, a la vez que canalizaba las respuestas a través de una red de mujeres que la visitaban.