Esta fue la primera gran reunión de jóvenes organizada por la Iglesia católica.
[1] Donde surgió la idea de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que se han ido celebrado desde entonces cada dos o tres años, en diferentes países del mundo.
A la reunión asistieron unas 300 000 personas, en su mayoría italianos, pero con una importante presencia de jóvenes de otros países.
Al día siguiente, el papa concluyó el Jubileo de los Jóvenes con el angelus durante el Domingo de Ramos.
La semana siguiente, el Domingo de Pascua, 22 de abril de 1984, Juan Pablo II entregó a los jóvenes la Cruz de los Jóvenes como símbolo del "amor del Señor Jesús por la humanidad y como anuncio que sólo en Cristo muerto y resucitado está la salvación y la redención".