[2] Hoy en día es un plato que aparece rara vez en los bares y restaurantes de la ciudad.
Las receta, así como su elaboración ha sido objeto de profundo estudio por expertos culinarios españoles.
[4][1] Llegándose a una composición final que incluye judías secas rehogadas en abundante aceite y tocino en salazón de cerdo (cortado en finos cubitos), todo ello puesto en una olla de barro se deja cocinar a fuego lento durante cuatro horas.
Las especias añadidas a la preparación son hoja de laurel, comino y perejil.
En algunos casos se añadía tacos de jamón (esto antiguamente era una rara excepción).