Los judíos de Marruecos constituyen una comunidad antigua, arribó a la región ya en los años 70.
De acuerdo con las normas del sistema legal islámico, los judíos marroquíes tenían distintas instancias legales a las cuales acudir para asuntos relacionados con la «ley personal» en virtud de la cual a las comunidades (cumplimiento de la Sharía musulmana, el derecho canónico cristiano y la halajá judía) se les permitió gobernarse a sí mismas en su propio sistema legal.
En América Latina, los países que más recibieron inmigración judía proveniente de Marruecos fueron Argentina, Venezuela y Brasil.
Tradicionalmente, los judíos fueron clasificados como franco-marroquíes, según el lugar donde vivían en Marruecos, y estas clasificaciones se pueden sentir incluso hoy en día, con diferencias que se reflejan en el lenguaje, los alimentos, apellidos e incluso la liturgia.
Algunos judíos de Marruecos, sobre todo los de edad avanzada, se comunican en el dialecto judeoárabe; Kol Israel tiene una emisión en este idioma[7] y además unos 2500 residentes en Israel hablan judeoberéber.
Vale la pena señalar que la cultura marroquí está viva y es prominente en Israel.
[9] Las distinguidas relaciones que existen entre grandes segmentos del pueblo israelí, especialmente los de origen marroquí, y el pueblo marroquí, no están ocultas a la vista.
Vale la pena señalar que la cultura marroquí está viva y es prominente en Israel.