[2] Lugareños golpeados por la pobreza, estaban separados por sus orígenes, su piedad y su vestimenta.
[4][5][6][7] Joseph Roth escribió el libro para «lectores con respeto al dolor, por grandeza humana, y por la pobreza que por todos los lados acompaña a la miseria; los europeos occidentales que no solo estaban orgullosos de sus limpios colchones».
[9] Nacido en Galitzia, una provincia centroeuropea del imperio Habsburgo, Roth fue testigo del final de este imperio y aun así siguió considerándolo como su único país natal.
Lo veía como «algo que contenía multitudes, algo no exclusivo», y, según su traductor inglés Michael Hoffman, los judíos representaban «seres humanos en su forma menos empaquetada» - «el más anómalo e individual de los pueblos», divididos por la historia y la geografía.
Pensó que el comunismo eliminaría el antisemitismo y la identidad judía al mismo tiempo.