El desafío conocido como icosian game es un juego matemático desarrollado en 1857 por William Rowan Hamilton.
Este desafío se comercializó como un tablero con agujeros en cada nodo del grafo del dodecaedro y luego, fue distribuido en Europa en diversos formatos.
El propósito de Hamilton era encarar el problema de simetrías de un icosaedro, para el que inventó los icosianos —un recurso algebraico para computar las simetrías.
[1] La solución del acertijo es un ciclo que contiene veinte (en Griego antiguo icosa) aristas.
Por ejemplo, el circuito de Hamilton en el dodecaedro.