Fueron los primeros juegos florales celebrados en la Galicia contemporánea.
Sólo una de las composiciones premiadas estaba en gallego, A Galicia de Francisco Añón.
Francisco María de la Iglesia fue el encargado de leer la memoria, que aunque en castellano, defiende fervientemente el uso del gallego.
Los trabajos que se presentaron (junto con otras obras de poetas gallegos) se publicaron en 1862 gracias a las aportaciones económicas de José Pascual López Cortón en el libro Álbum de la Caridad, que supuso el comienzo del verdadero renacimiento de la literatura gallega.
Entre las obras presentadas estaba el poema "A campana d'Anllóns" de Eduardo Pondal.