[7] Posteriormente, Castillo, Chávez y Torres se reunieron nuevamente para poner en marcha el plan coordinado el día anterior, siendo Chávez la encargada de convocar a los periodistas para la transmisión del mensaje a la Nación razón por la cual la premier ordenó al secretario general del ministerio de cultura que se comunique con el presidente de IRTP para que envíe periodistas a la PCM para la transmisión de una supuesta conferencia suya.
Además, Castillo, Willy Huerta (ministro del interior) y Chávez realizaron las disposiciones para que los efectivos policiales del Palacio de Gobierno hicieran pasar a los simpatizantes castillistas que se encontraban reunidos en los alrededores en una manifestación a su favor.
Al culminar el mensaje, Castillo se abrazó con Chávez y Torres.
Ante dicho escenario, las congresistas tuvieron que dirigirse a otro lugar para poder ingresar.
Tanto Chávez como Castillo y Torres intentaron asilarse en la embajada de México.
Cuando se acreditaba, Castillo manifestó que no contaba con defensa (rechazando a Maraví) y se negó a aceptar abogados de la defensa pública calificando todo como una "pantomima".
Luego, Castillo le mencionó al presidente del tribunal, José Neyra Flores, que los delitos imputados eran "ilegales".
[11][14][16][17] Posteriormente, la fiscal Galinka Meza presentó los alegatos de la acusación, detallando que el juicio "no tiene precedentes en la historia del Perú".
Castillo rechazó nuevamente la defensa pública, anunció una rifa para pagar la reparación civil, inició una discusión con el juez Neyra declarando que estaba en "contra de mi voluntad" e intentó retirarse de la audiencia.