Juicios por brujería en Navarra de 1525-26

Estos procesos se iniciaron con las pesquisas encomendadas por el Consejo Real de Navarra a Pedro de Balanza, miembro del Consejo Real y abogado de los Reales Tribunales de Navarra.

Balanza llevó a cabo sus investigaciones y juicios entre enero y agosto de 1525.

Como consecuencia de estas investigaciones y los juicios resultantes de las mismas, fueron ejecutadas aproximadamente medio centenar de personas en diversas localidades navarras.

A consecuencia de ello, varias personas fueron juzgadas por brujería.

[2]​ Estas actuaciones del Consejo de Navarra provocaron la intervención del Consejo de la Suprema Inquisición, que asumió la jurisdicción sobre la persecución de la brujería y emitió además una serie de normas inquisitoriales sobre cómo proceder, estableciendo en ellas diez puntos básicos que debía seguir el tribunal inquisitorial de Navarra en las causas de brujería:[3]​ Además, para evitar que se reprodujeran nuevos casos, estableció estas cinco normas:[4]​