Julia la Mayor

Julia fue enviada a vivir con su madrastra, Livia Drusila, cuando tuvo la edad suficiente para su educación, que parece haber sido muy estricta, y algo pasada de moda.

[3]​ Macrobio menciona «su amor por la literatura y una cultura considerable, algo fácil de conseguir en esa casa».

[4]​ La vida social de Julia fue severamente controlada, y se le permitía hablar sólo con la gente que su padre no había vetado.

El acuerdo nunca se llevó a cabo, ya que la guerra civil lo rompió.

Octavio había recibido poderes extraordinarios por parte del Senado para solventar la gravísima crisis que vivía Roma a finales de la etapa republicana.

Al carecer de descendencia masculina, Augusto usó a su hija Julia para elegir a su posible sucesor, desposándolo con ella y asegurando así la sucesión y la continuación del sistema del Principado (Antigua Roma) tras su muerte.

[8]​ La isla mide menos de 1.75 km², y no se permitían visitas sin permiso paterno.

[9]​[10]​ Cinco años después, se permitió a Julia volver a tierra firme, aunque Augusto nunca olvidó, y le ordenó permanecer en Rhegium, con instrucciones explícitas de que no fuera enterrada en su mausoleo.

Su hija, Julia la Menor, también fue desterrada en el año 8 d. C por un cargo de adulterio, en la misma isla que su madre, y murió en el año 29 d. C. Julia es un personaje histórico llevado en diversas ocasiones a la literatura, al cine y a la TV.

Finalmente, Julia es exiliada por su padre Augusto (interpretado por Brian Blessed) a causa de su escandalosa conducta.