[1] Sus investigaciones contribuyeron al desarrollo de las ciencias en Colombia durante el siglo XIX.
Ha sido situado al mismo nivel de otros dos importantes científicos neogranadinos del siglo XIX, José Celestino Mutis y Francisco José de Caldas.
En su honor, uno de los cráteres lunares del lado opuesto al visible desde la Tierra, fue bautizado con su nombre en el año 1970.
[3] En pedagogía mostró ideas novedosas, proponiendo métodos que él consideró lógicos y naturales para una enseñanza objetiva, fruto de su estudio de la psicología infantil.
[cita requerida] Manuel Antonio Rueda y Luis María Lleras, fueron algunos de sus profesores; este último lo calificó desde joven como promesa para las matemáticas.
[4] Garavito es, hasta donde se conoce información documentada, el primero en graduarse como profesor de matemáticas.
[6] Como astrónomo del Observatorio, del que fue director durante 27 años,[7] realizó numerosos descubrimientos útiles, tales como la ubicación latitudinal de Bogotá, los estudios de los cometas que pasaron por la Tierra entre 1901 y 1910, este último, el Halley.
Como docente, Garavito fue profesor de cálculo, mecánica racional y astronomía, cátedras que conservó hasta su muerte.
Fue representante de la ciencia colombiana de finales del siglo XIX y comienzos del XX: estaba, por un lado, parcialmente aislado de sus colegas en otros países -jamás asistió a un congreso internacional- y por otro, se encontró en un ambiente cultural interno completamente apático e indiferente.