El juramento de fidelidad seguía una forma estereotipada y se hacía poniendo la mano sobre los evangelios.
"Juro Yo [espacio en blanco para decir el nombre del jurador] a ti, Ramón Berenguer, conde de Barcelona, que de ahora en adelante te seré fiel, a tu vida y a tu cuerpo, con fe y sin engaño.
Así como está arriba escrito lo tendré y atenderé, por Dios y estos cuatro evangelios"[2] Por su parte, el conde Ramón Berenguer confirmó los Privilegios de Huescaː[3] "In Christi nomine et eius gratia, ego Ramon Belenguer, comite de Barcelona, atorco et confirmo illos foros et illos donativos quos rex Petrus et rege Ranimiro dedit ad illos muros adobar de illas reditas de Oscha unoquoque anno.
Et ego Ramon Belenguer, comite de Barcelona, dono ad illos estatores de Osca quod non donnent lezda in tota mea terra quod modo habeo et in antea, Deo volente, adquiram.
Era Mª Cª LXXª V est facta ista carta.