Just a Kiss es una comedia negra y fue el primer largometraje dirigido por el actor convertido en cineasta Fisher Stevens.
Fisher también se le atribuye a tocar la armónica (acreditado como Super Harp 'Fisher Stevens).
Patrick Breen, escribió y actuó en la película.
Fue filmada en Nueva York.
La historia relata la vida de varias personas de Nueva York, que buscan el verdadero amor.