Estudió pintura en Leipzig (Alemania), pero durante la guerra empezó a tocar jazz, dedicándole gran parte de su tiempo.
El crítico Leonard Feather quedó impresionado con su trabajó cuando la escuchó en Alemania y pronto se trasladó a Nueva York, donde pasaría el resto de su vida.
Hipp trabajó con el saxofonista Hans Koller desde 1951, de gira por Alemania y otros países.
[4][5] Éste le reservó una sesión de grabación en abril; el álbum resultante fue lanzado dos años después.
Es posible que haya considerado tocar el piano como una forma de ganar dinero en un puesto difícil.
[5] Lee Konitz fue uno de los pocos músicos que se mantuvo en contacto con ella hasta su muerte en Queens.
Un obituario declaró que "Hipp no tiene sobrevivientes conocidos",[5] aunque su hijo todavía estaba vivo en Alemania en 2013.
[2] Fue criticada en una etapa temprana por ser demasiado similar en estilo a los ritmos basados en el blues de Horace Silver, habiendo dejado atrás el cool jazz y el bebop.
[4] Ben Ratliff, escribiendo en The New York Times, comentó que Hipp "desarrolló un estilo que era elegante, percusivo, oscilante e interrumpido con muchos silencios, no muy lejos del estilo de Horace Silver pero más discreto".
[5] The Penguin Guide to Jazz observó que Hipp "no es tan fácil de encasillar como sugieren algunos relatos.