Los jóvenes trabajadores que ingresaron a sus grupos se socializaron con la convicción de ser el “reaseguro doctrinario en el movimiento obrero” y estar preparando el “trasvasamiento generacional” dentro de las instituciones gremiales.
Durante sus primeros meses de vida, la agrupación se expande principalmente en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, zonas donde la densidad industrial y sindical es mayor.
La Mesa Nacional de la JSP, de carácter provisorio, estaba integrada por dieciséis sindicatos que se dividían las ocho secretarías.
La organización tenía una fuerte presencia en los mismos y en la CGT.
Estuvo involucrada en la formación de la Triple A, una organización paramilitar de extrema derecha que operó durante el gobierno justicialista y que fue responsable de numerosos asesinatos y desapariciones.