Son posibles por la interconectividad que ofrece la red, pero se cimientan sobre la base del compromiso, la colaboración y la construcción colectiva de la comunidad.
En tanto commons de conocimiento que se acumula y ofrece, el KPR deviene en un capital social disponible para todos los usuarios.
En su libro escrito con Charlotte Hess, Understanding knowledge as a commons, Ostrom propone la aplicación del estudio de los commons a la producción de conocimiento.
Cada KPR se constituye como un nodo en un entramado mayor, dado que tiende a complementarse con otros commons hasta configurar subsistemas de una red cognitiva global interdependiente.
La web constituye así la plataforma que incorpora la tecnología a la cognición.