No fue hasta que Kent R. Weeks del Theban Mapping Project comenzó a desescombrarla a partir de 1987 que se empezó a intuir su magnitud y en 1995, después de terminar de limpiar los primeros compartimentos, se confirmó cuando descubrieron los pasillos bajo la roca, con setenta cámaras alineadas.
El descubrimiento causó sensación a nivel internacional y reavivó el interés por la egiptología.
Ramsés II tuvo una descendencia numerosa y una longevidad impresionante para la época.
Enterró pues a muchos de sus hijos en esta tumba que les era dedicada.
Repetidas veces la tumba debió ser ampliada para añadir nuevas salas.