El rumor de que Sharon podría abandonar su propio partido para fundar uno nuevo, formado por sus aliados en el Likud y abierto a los miembros descontentos de otros partidos se conocía en Israel como el "big bang", debido a que conllevaría una reorganización radical del mapa político israelí.
Tras la ruptura oficial del partido, Sharon aseguró que era una decisión tomada sin pensarlo mucho, por lo cual los críticos han puesto en duda su papel como nuevo referente político y como forjador de coaliciones en el Israel actual.
El objetivo de Sharon al crear Kadima es el no tener que estar sometido a las rígidas directrices del Likud, además de poder optar a un tercer mandato como primer ministro en 2006.
Después su ideología fue evolucionando hacia el centro-derecha y comenzó a asentarse en el Likud, el cual llegó al poder por primera vez en 1977 bajo el liderazgo de Menachem Begin.
Fue también un triunfo de los ideales del Revisionismo Sionista, que consiguió representación en el gobierno israelí.
Netanyahu aceleró la fractura del partido al presentarse como el líder de la facción más conservadora, que se negaba a la evacuación.
Sharon fue reelegido de forma aplastante en 2003, batiendo al laborista y pacifista Amram Mitzna.
Tal y como implica el nombre de Kadima, Sharon afirma que pretende ir "hacia delante".
Olmert renunció como líder del partido en 2008, trayendo como resultado unas elecciones primarias internas llevadas a cabo el 17 de septiembre.
Fue elegida como líder Tzipi Livni, quien venció a Shaul Mofaz, Meir Sheetrit y Avi Dichter.
En dichas elecciones, Kadima mantuvo su posición como el partido mayormente representado en la Knesset, ganando 28 escaños, uno más que Likud.
Desde el Kadima se ha asegurado que pretenden establecer un partido realmente centrista y liberal.
Sharon creyó firmemente en la hoja de ruta y mantuvo una fuerte alianza con el presidente estadounidense George W. Bush, lo cual podrá tomarse como termómetro para entender la política exterior del nuevo partido.