Frankenstein fue aceptado más tarde en la Sociedad de Psicología Analítica y reconocido como terapeuta junguiano.
[2] Desde sus primeros días en Jerusalén, Frankenstein se ofreció como voluntario para la educación social y colaboró con Henrietta Szold.
En 1937, fue designado como el primer oficial a cargo de jóvenes en libertad condicional del país.
Esta investigación formó la base para el desarrollo teórico y la aplicación práctica de su doctrina educativo-terapéutica.
Desde su retiro hasta su muerte, Frankenstein se ofreció como voluntario para instruir a maestros en todas las áreas de enseñanza, tanto en instrucción grupal como individual, en varias escuelas.
Falleció en Jerusalén en 1990, aproximadamente un mes antes de cumplir 85 años y fue enterrado en el Monte del Descanso.