Karl Philipp Fohr

[1]​ Sus primeras influencias fueron el paisajismo y pintura de género del Barroco holandés.

Generalmente aparecen en sus paisajes viejas ciudades, así como pequeñas figuras de ambientación histórica o anecdótica.

Paisaje de los Montes Sabinos (1818, colección particular, Wolfsgarten) está considerada su obra maestra.

[3]​ Sus obras traslucen el idealismo romántico de la época, generalmente con argumentos tomados del folklore y la historia medieval alemana.

[2]​ Fue también retratista, generalmente en dibujos a lápiz o tinta de meticuloso detallismo y una afinado trabajo anatómico.

Caballeros ante una cabaña (1816), Alte Nationalgalerie , Berlín