Más tarde, en 1827, Lipiński le devolvió el honor al dedicar su Tres Caprichos para Violín a Paganini.
Durante ese tiempo también realizó conciertos junto a la pianista y compositora polaca Maria Agata Szymanowska.
[1] Sin embargo, pronto surgió una rivalidad entre Lipiński y Paganini, que destruyó su amistad.
Entre 1835 y 1836 realiza un largo viaje, durante el cual conoce a Robert Schumann en Leipzig.
Lipiński fue propietario de dos violines, uno fabricado en 1715 por Antonio Stradivari y otro por Giuseppe Guarneri.