Kaskas (Anatolia)

Cuando no estaban de invasión o luchando como mercenarios, criaban cerdos y tejían lino.

Precisamente esta ausencia de estructuras políticas los hacía muy peligrosos adversarios para los hititas, puesto que, aunque una invasión hitita sobre el territorio gasga tuviera éxito, era imposible crear reinos vasallos o marcas fronterizas, y nada impedía que en cuanto se marchara el ejército hitita, los kaskas volvieran a su modo tradicional de vida.

Precisamente en esta primera invasión ya causaron un daño considerable a los hititas, al conquistar las ciudades de Tiliura y Nerik, esta última considerada santa.

Durante el resto del período oscuro hitita, los kaskas lograron avanzar cada vez más, y no fue hasta la época de Tudhaliya I/II (finales del siglo XV a. C.) que este avance fue temporalmente interrumpido.

Sin embargo, Hattusili III (siglo XIII a. C.) invadió la tierra de los kaskas y los derrotó severamente, logrando que la frontera de estos con los hititas retrocediera significativamente, y reocupando Nerik.

Ubicación de los kaskas en las montañas septentrionales de Anatolia.