[1] Descubrió que la ceguera en niños prematuros podía estar causada por concentraciones altas de oxígeno, lo cual indujo cambios del tratamiento.
Campbell y Brown escribieron el libro Una Guía al Cuidado del Bebé (1947), quedando como referencia estándar para enfermeras religiosas pediátricas hasta 1972.
[6][3] A pesar del sexismo y discriminación contra mujeres ellas buscaban carreras médicas, Campbell fue nombrada como "pediatra honoraria" del Hospital Reina Victoria en 1926, dimitiendo de la función en 1965.
En 1965, completó la posición de Asesor Pediátrica en el Hospital Reina Victoria, hasta su retiro en 1979.
[2] Janet McCalman, historiadora australiana, la describe con "sensibilidad clínica, curiosidad epidemiológica y meticulosa"; calidades traducidas en evolucionar en investigaciones en cuidado intensivo neonatal y una gama de avances importantes en medicina de bebés.
La mayor contribución de Campbell fue, en 1951, en establecer y probar que el oxígeno terapéutico sobrante les producía retrolental fibroplasia[5] - condicionando a ceguera en criaturas prematuras.