Estas características reflejan la fuerte diferenciación con la arquitectura budista del Salón Dorado (kondō) que fue introducida desde China.
Actualmente, los katsuogi y chigi se usan exclusivamente en edificios sintoístas por lo que pueden usarse como elementos diferenciadores sobre otras estructuras religiosas, como los templos budistas de Japón.
[2] A medida que mejoraron las técnicas de construcción, esta necesidad desapareció y los troncos se mantuvieron solo por su valor ornamental.
Enfurecido, opina que el citado funcionario es un bribón y un sinvergüenza por haber construido su casa a imitación del palacio imperial.
El número de katsuogi utilizados en un tejado determinado varía, pero en general siempre hay al menos uno en cada extremo.