(1791-1848) fue un pintor japonés, especializado en el estilo ukiyo-e.
También fue escritor de novelas cómicas, con los seudónimos Chiyoda Sai-ichi e Ippitsuan Kako.
Fue uno de los mejores representantes del género bijinga («cuadros de mujeres hermosas»): sus figuras eran voluminosas, con un intenso cromatismo y atención al detalle.
En estas imágenes muestra el ambiente un tanto decadente que se vivía en la era Bunsei (1818–1830).
También se dedicó al paisaje, algunos en colaboración con Utagawa Hiroshige, como en la serie Sesenta y nueve estaciones del Kisokaidō.