[1] Su hallazgo se confirmó en 2014, después de que el Telescopio Espacial Kepler detectase varios tránsitos del objeto frente a su estrella.
[4] Si la composición del objeto fuera similar a la de la Tierra, su masa sería de 9,86 M⊕ y su gravedad un 8 % superior a la terrestre.
[1] Aunque Kepler-103 es una enana naranja de tipo G, Kepler-103b completa una órbita en torno a ella cada dieciséis días.
Sin embargo, si resulta ser un planeta terrestre, es probable que por la proximidad respecto a su estrella, la consecuente pérdida de agua, el anclaje por marea y la mayor actividad volcánica —a consecuencia de su masa y ubicación en el sistema—; sufra un efecto invernadero descontrolado que aumente significativamente sus temperaturas.
[1] Por sus características, Kepler-103b pertenece a la categoría de no-habitable en la clasificación térmica de habitabilidad planetaria del PHL.