Entonces coge un guante que se le olvidó al vampiro pequeño cuando estuvo en su casa, su ratoncito de peluche (gracias al cual puede volver a su casa) y usa el "Salto de Bruja" para ir a Transilvania.
Entonces llega al sótano y abre un ataúd, donde está el pequeño vampiro que conoció una vez.
El vampiro se levanta y Kika sale corriendo hacia la seguridad del día.
Entonces se disfraza de vampiresa y va al castillo, donde recupera el ratoncito, pero Drácula la descubre.
Kika huye de él y sale al exterior, donde está a salvo, pues es por la mañana.
Otro libro de Knister, Kika Superbruja y la ciudad sumergida, habla del hechizo separalotodo.