En 1259 fue comendador de la orden en Austria.
No viajó a Tierra Santa durante la crisis ocasionada por el ataque mameluco a Acre en 1291, sino que permaneció en el Sacro Imperio romano germánico.
La sede de la orden se trasladó a Venecia bajo su gestión.
Konrad no mostró ninguna intención de reactivar las actividades de la orden en Tierra Santa: su principal preocupación eran los asuntos de la orden en Alemania, Prusia y Livonia.
Fue enterrado en la comandería bohemia de Drobowitz, pero sus huesos fueron posteriormente trasladados al convento cisterciense de Trebnitz en Silesia.