Su padre se unió a un golpe de Estado contra el rey Mašḫuiluwa.
El padre de Kupanta-Kurunta parece que murió o fue exiliado poco después.
Mašḫuiluwa preguntó entonces al sucesor de Suppiluliuma Mursili II (1321-1295 a. C.) si podía adoptar a Kupanta-Kurunta como hijo.
A principios del siglo XIII a. C. Muwatalli II (1295-1272 a. C.) firmó un tratado con Alaksandu de Wilusa.
En ella, el faraón aseguró a Kupanta-Kurunta que Egipto permanecería como aliado fiel de Hatti y que no contemplaba ningún plan de ayuda a Urhi-Tessup en ninguna otra aventura.