Lágrimas de cristal

Hubo muchos cambios a la letra quedando la versión final que se oye en el disco.

Este videoclip, dirigido por Juan Belmonte, se grabó a principios de 2002, con una temática bastante gótica, y considerada por muchos como un tema rompedor y potente, se muestra a Coral en un templo antiguo, ofreciéndose como sacrificio, así como también bailarines personificando a demonios que simboliza el dolor y el desamor de una persona.

También se planteó la letra en un lenguaje más directo plasmando lo que sería una conversación o discusión final de una pareja.

Por ejemplo en la versión Skin Deep es la primera remezcla en sí del tema.

La programación de los sintes en los estribillos es un homenaje al dance que se hacía en Valencia hace unos años, las cuerdas y el tono lírico le dan una armonía sólida.