En 1926 se trasladó a Europa para continuar con su carrera artística.
En Alemania visitó a la pintora animalista Julia Wernicke, amiga de su madre.
Fue alumna de Alfredo Torcelli, Pedro Zonza Briano, Pompeyo Boggio y Carlos Ripamonte.
En 1924 obtuvo el Primer Premio en el Salón Nacional de Buenos Aires, el más importante concurso del país.
Una de sus obras más emblemáticas es la pintura Despertar (óleo, 1935), en donde se autorretrató desnuda.