[3] La dama aparece de tres cuartos, colocada ante un cielo abierto con algunas nubes.
La tela está dominada por los tonos rojo, negro y marrones.
Sus ojos son ligeramente separados, las mejillas rubicundas, los labios entreabiertos dejan a la vista los dientes.
El cabello negro recogido con una peineta cae sobre su frente en tres rizos gruesos.
[6][7] Su vestido es de seda marrón y a la moda de la época, cortado justo bajo el pecho y con amplio escote cuadrado, cubriendo sus hombros un amplio chal carmesí.