La Covacha de Llatas es un yacimiento que se adscribe al Mesolitico reciente (8500-7500 cal BP),[1] también cuenta con restos pertenecientes a la Edad del Bronce relacionados, por tanto, con la cultura del Bronce Valenciano.
De entre todos los fragmentos, destacan dos por sus decoraciones: uno con cordón con digitaciones, y otro con incisiones acanaladas en zig-zag.
También se encontraron algunos fragmentos carenados asociados a la Edad del Bronce.
[3] Destacan los restos malacológico por encontrarse perforados, lo que indica sin ninguna duda su uso como elementos de adorno.
[3] Se ha señalado la posible existencia de un enterramiento en las tierras superficiales de las zonas A y B, ya que se localizaron huesos largos, dientes y vértebras, aunque si bien no se afirma con seguridad ya que al encontrarse superficialmente habría sido destruido parcialmente.
A este se le asocian una serie de fragmentos cerámicos del bronce, por lo que consideran que se trataría de un enterramiento tardío no relacionado con la fase mesolítica.
[3] Si bien, en un inicio, Francisco Jordá Cerdá y José Alcàcer lo relacionaron hipotéticamente con un posible enterramiento argárico por haberse encontrado un resto cerámico que se asemejaría a los vasos argáricos típicos,[3] en la actualidad ello resulta del todo imposible.
[7] Los últimos cazadores-recolectores y la neolitización La Covacha de Llatas es un yacimiento que desde su descubrimiento se inserta en la problemática sobre la neolitización de la fachada peninsular mediterránea, en cuanto a lo que se refiere a la transición desde el modo de vida asociado al Epipaleolítico (caza y recolección) hasta el productor (ganadería y agricultura) propio del Neolítico.
Es en torno al 6.000 a. C. cuando tiene lugar la llegada de los grupos representativos del Neolítico Cardial a las tierras valencianas en las que se desarrollaba el Epipaleolítico Geométrico.
Establece la distinción entre el Epipaleolítico microlaminar y el Epipaleolítico Geométrico, este último con cuatro fases: las dos primeras (A,B) anteriores a la llegada de los neolíticos, y las dos últimas contemporáneas al Neolítico.
[1] En las primeras investigaciones, Francisco Jordà y José Alcàcer quienes señalan la existencia de dos facies en el llamado Neolítico Inicial: la primera con cerámica cardial y poca frecuencia de sílex geométrico, y la segunda sin cerámica cardial y con abundancia de sílex geométricos; encuadran a la Covacha de Llatas en la segunda facies, denominada tipo "Cocina", y lo relacionan con un Neolítico montañés diferenciándolo del de llanura.
Los complejos microlaminares y geométricos del Epipaleolítico mediterráneo español.
(2007-2008): "La Fase C del Epipaleolítico reciente: Lugar de encuentro o línea divisoria.
Reflexiones en torno a la neolitización en la fachada mediterránea peninsular", Veleia.
Martí Oliver, B.; Aura Tortosa, J.E; Juan Cabanilles, J.; García Puchol, O.; Fernández López de Pablo, J. (2009): "El Mesolítico Geométrico de tipo "Cocina" en el País Valenciano", en Utrilla Miranda, M.P y Montes Ramírez, L.
): El Mesolítico Geométrico en la Península Ibérica, Monografías Arqueológicas, pp.