Situándose específicamente en el río Biobío de la actual provincia homónima.
Cuando en 1631 el gobernador Francisco Laso de la Vega concentró sus fuerzas a los pies del «Cerro Negrete», posiblemente el actual cerro Marimán, el fuerte ya aparece en las crónicas como algo del pasado.
Diego Barros Arana dice: «El 20 de enero había reconcentrado una gran parte de su ejército en la ribera sur del Biobío, al pie del cerro de Negrete, donde los españoles habían tenido un fuerte, situado pocas leguas al oriente de la plaza de Nacimiento».
[2] Desde el siglo XVI se construyeron fuertes militares en el área.
La principal línea de defensa de los territorios ocupados por el Imperio español eran los fuertes, construcciones levantadas en puntos estratégicos, como las desembocaduras de ríos y montes.