Cinco años después, en 1855, 50 conversos emigraron a Utah mientras que los restantes 64 permanecieron en el valle.
Fuera de los valles valdenses, los misioneros siguieron operando aunque con escaso éxito y en 1857 se apostaron en Suiza.
Se intentó reabrir la misión en 1900 pero las autoridades italianas denegaron el permiso.
Sólo en 1965, después de haber obtenido la autorización del Gobierno, la Iglesia SUD recomenzó sus actividades en Italia.
En el texto se señala que la Iglesia SUD no va a participar en la asignación de la cuota del 8 por mil del IRPF, sino que permanece como una autonomía financiera gracias a los diézmos de los propios fieles.