Paco y Mercedes, los caseros, limpian la sala mientras comentan la fiesta de la noche pasada, organizada por Don Diego, el amo.
Llega en aquel momento Don Diego con los cantaores y el guitarrista de la fiesta, sin Lola.
Llega entonces Lola y urge Heredia a preparar el regreso hacia Sevilla.
Llega justamente la novia de José Luis, Rosario, que quiere conocer a Lola.
Al final, Lola canta ante el entusiasmo de padre e hijo.
Lugar: jardín de una venta sevillana, a la vera del río Guadalquivir.
Mientras hablan llega Rosario, celosa al no encontrar a José Luis, suponiendo que él debe de estar con Lola.
Don Diego explica que está preparando una fiesta en la cual pienso conquistar definitivamente a Lola.
Les hace ver la joya que ha comprado para ella y habla con desprecio de su hijo José Luis.
Lola entrega enseguida la joya a Rosario, ante la indignación de Don Diego, como regalo por su futura boda con José Luis.
Ella marcha cantando Paso a Lola, que ya Sevilla se queda sola.