La Mancha de Vejezate

La Mancha de Vejezate (o "Becejate"), sería el origen del actual nombre de la región natural de La Mancha.La Mancha de Vejezate es una realidad primero geográfica y después histórica, distrito musulmán con el caudillo Aben Zeyat, con cabeza en cortijo medieval y después torre cristiana derribada en la guerra de Sucesión de Castilla con los Reyes Católicos: Una comarca natural llamada a veces Abeigazat, otras Gazate, las más Torre de Vejezate, su cabeza histórica, que ha dado nombre a excelentes vinos y caldos pero que en su existencia es ignorada por casi todos, aunque es nada menos que el espacio físico donde surgieron hace siglos los pueblos de Tomelloso y de Socuéllamos.

Como tal, es citada por primera vez en la partición de las Órdenes Militares de Santiago y San Juan del año 1237: Entonces la Ruidera tengan los frailes de Uclés, y partieron por medio con la Moraleja por soga, y de este mojón a la Mancha de Haver Garat, a tanto que llegue con el otro mojón que está entre Criptana y Santa María, y de este mojón que está entre la Moraleja y la Roidera sale el valle arriba a la carrera que va de la Ruidera a Alhambra y recude al Pozo del Allozo.

Esta "Cabeza de los Frailes", cerro testigo inmutable en el Camino de Tomelloso a la Ossa, paso inmemorial desde Alcázar y Criptana, el camino del agua de las lagunas, era un punto de vigilancia desde la Edad del Bronce, y la morra o motilla que aún pervive en su cumbre así nos lo dice, pero solo era eso, una “torre vigía”, pues la población estaba en Las Balsillas, encerrada en una “acrópolis” o espolón amurallado toscamente, y las casas ibéricas de zócalo y tapial, y los dueños romanos en su villa rural.

Y así todos los poblados antiguos de Tomelloso, que murieron antes de ver nacer a nuestros pueblos, en los oscuros siglos medievales, por las pestes, las hambres y las guerras: El Pozo Bernaldo, y no pozo declarado como le llamó Francisco García Pavón en su afamada "Historia de Tomelloso", villar íbero y romano, donde ya hilaban con sus telares y pondios, donde almacenaban vino y aceite y en sus metretas y ánforas que los agricultores de hoy han podido encontrar en sus labranzas; San Martín, íbero, musulmán, moderno, contó con su propia Iglesia y la población suficiente como para que el Comendador de Campo de Criptana tuviera allí su casa, llamada entonces tercia, para recoger diezmos; con su propio e inmemorial camino el de las Carretas, hoy lleno solo de polvo, en un paso hacia ninguna parte, ni aquí, ni allí, ni en Criptana, ni en los Arenales; ni en Tomelloso, ni en Socuéllamos, ahora olvidado entre bombos, chozos manchegos y pozos.

El 15 de febrero de 2008 se presentó en Tomelloso el número 1 de una revista de humanidades y corte científico realizada por la Asociación Cultural Foro Castellano y dirigida por Francisco Javier Escudero Buendía, y con un equipo formado por Juan Luis Segura Cobo, Vicente Morales Becerra y María Dolores Navarro Secadura.

"Tras los orígenes de la Mancha de Vejezate: Pedro Muñoz, Socuéllamos, Tomelloso, Las Mesas, Mota del Cuervo, Villarrobledo".

Arquitectura rural en piedra seca: Bombos y Chozos".

"En torno al concepto y límites de un topónimo olvidado: La Mancha de Monte Aragón".

Detalle de la "Mancha de Vejezate" o de Criptana. Mapa I.G.N. Año 1886. Campo de Criptana