Sobre el lugar que ocupa actualmente La Rambla, se asentó un poblado prehistórico en el lugar llamado La Minilla, donde hace algunos años se hallaron en una zanja calcolítica unos vasos campaniformes con más de 3000 años de antigüedad.
Existen evidencias de civilizaciones que se establecieron con carácter permanente en tierras rambleñas.
Por otro lado, existen varios restos encontrados dentro del casco histórico que evidencian la llegada de Roma a territorio rambleño.
[2] Durante la etapa republicana, el territorio estaba incluido en la Hispania Ulterior, y posteriormente, en tiempos de Augusto, pasa a denominarse Baetica.
Actualmente, esta cabeza se encuentra en el museo de Málaga.
En el caso del iqlim de Rammla, había 26 castillos, 35 torres y 102 aldeas, siendo el más próspero de todos los cordobeses al tener mayor población y extensión, así como una tierra mucho más fértil.
Hay dos fechas, sin base científica, que se dicen posibles a la conquista.
En un primer inicio dicho estatus, se mantiene hasta el siglo XV, cuando ya asciende a categoría de villa, pues en 1423, se cita a su alcalde, Alfón Gómez.
Desde 1476 se consolida como villa, citándose en varios documentos y testimonios de su población.
Desde su conquista, La Rambla mantendrá su condición defensiva, ya que hay referencias a su castillo y torre, hasta dejar de tener función militar.
A mi retentándome a la unimidad, que nunca pude dormir ésta noche de soledad, pero no oso pensar en cosa que parezca el rostro triste.
Suplico a Vuestra Señora que me haga saber cómo están mis hijos.
Se está viendo un empuje elevado de empresas del mueble, con unas 40 industrias.
[12] Aunque sus orígenes se remontan a la Edad Media, la actual iglesia se puede datar a partir del siglo XVI, fecha de construcción de la magnífica portada plateresca, obra del insigne Hernán Ruiz I, el Viejo.
Posteriormente fue reformada a finales del siglo XVIII por Juan Hidalgo Palomero.
Posteriormente, en 1893 los trinitarios regresaron al Convento, concediéndole el obispado de Córdoba la Iglesia y los respectivos bienes muebles, hasta 1960 que marcharon definitivamente.
En el inmueble destacan los valores artísticos y arquitectónicos de las dos crujías que se conservan del antiguo Convento.
Esta misma sencillez se aplica a la ordenación de la portada, realizada en piedra y actualmente pintada en tonos rojizos.
[17] Solo se conservan la torre del homenaje (musealizada dentro) y un lienzo de la muralla.
Su hermano, sucesor de la corona, decidió eliminar dicho monumento y en su lugar emplazar una ermita bajo el título Ntra.
Dicha ermita tuvo frecuentes modificaciones e incluso se volvió a edificar completamente con un estilo neoclásico en 1843.
Aún quedan algunos hornos morunos en funcionamiento en la localidad, produciendo cerámica artesanal y tradicional: jarras de cuatro picos, macetas, cántaros y el tradicional botijo rambleño.
A partir de 1930, la cerámica rambleña experimenta una radical transformación con la introducción del vidriado.
Con el vidriado aparecen nuevos estilos, tanto de formas como decorativos.