Representa tanto a la Sagrada Familia como a la Santísima Trinidad: en un espacio delimitado por un muro bajo (símbolo mariano medieval del hortus conclusus), la Virgen María se sienta sobre un banco de hierba sosteniendo al pequeño Jesús, mientras José duerme contra él en el suelo junto a ellos; la Virgen levanta al Niño y lo mira con ternura.
Más allá del recinto con la puerta cerrada se extiende un vasto paisaje costero enmarcado por montañas.
Este título de propiedad, sin embargo, no ofrecía ninguna protección, ya que su fama internacional como genio artístico dio lugar a que aparecieran copias en toda Italia y Alemania alrededor de 1500.
A este respecto, parece seguro que Durero conocía La Sagrada Familia con rosal del primero.
Durero combina aquí dos iconografías bien establecidas, la del descanso durante la huida a Egipto y la de la Virgen en un jardín cerrado, de la que constituye una reminiscencia el muro bajo situado detrás del banco.
Si bien comúnmente se la conoce como libélula (odonata), Kate Heard y Lucy Whitaker en su libro The Northern Renaissance.
Dürer à Holbein (2011) sugieren que se puede ver como una mariposa (lepidóptera).
Se pueden detectar algunas variaciones, como el barco delante del puente que falta en la versión de Israel van Meckenem.