Fue explotada por el concejo de Villafáfila que la utilizó para pastos y para la obtención de la leña que utilizó en Las Salinas, dado que la sal se obtuvo por evaporación y por ebullición de las mueras con fuego.
), industrial de Benavente, le compra a la familia Trabadillo la finca de La Tabla y el Priorato del Hoyo con sus aceñas en Bretó.
En 1938, se suprimen los almacenes que el Servicio Nacional del Trigo tenía en Tábara y Villafáfila y entra en servicio el almacén de La Tabla.
Por estos años en La Tabla se establecieron almacenes de materiales de construcción, abonos minerales, licores y carbón donde se abastecían los pueblos del entorno.
El último en vivir continuamente en La Tabla fue Ignacio Gallego Carbajo, trabajador del silo, que al jubilarse en 1995 se fue a vivir a Zamora aunque su familia sigue conservando la casa y empadronada allí.