La balsa (cuento)

Tras nadar hasta una balsa que se encuentra en medio del lago, descubren en el agua una extraña sustancia similar a una "mancha de petróleo" que se mueve hasta situarse debajo de ellos.

Deke decide intentar nadar hacia la costa confiando en que gracias a su condición atlética podrá ganar distancia en lo que la mancha tarda en salir de debajo la balsa pero, mientras se prepara a saltar al agua, pisa la unión de dos tablas y la criatura le agarra el pie.

Ahora, sin desear arriesgarse a nadar hacia la costa, Randy y LaVerne se turnan para vigilar a la criatura (que cambia de posición cada tanto y a veces está debajo de la balsa y otras, lejos de ella); uno permanece parado mientras el otro se sienta en la balsa.

Cuando llega el ocaso, está desesperado y solo desea quitarse la vida para detener por fin su tormento, finalmente ya entrada la noche decide que la mancha es la solución y se convence de que los colores hipnóticos tienen como función que las presas mueran sin dolor; por ello intencionalmente mira directo a la masa mientras le pide "Enséñame algo bonito".

Pese a haber recibido el pago por la historia, King nunca pudo encontrar un número de la revista donde esta se halla publicado.