La casa (novela)

En la novela, como en otras narraciones de Mujica Láinez en las que los objetos son los narradores,[1]​ la casa narra su propia historia.

Paco se encierra en su cuarto hasta que es declarado demente e internado de por vida en un hospital psiquiátrico.

[5]​ Rosa y Zulema, hermanastras, se integran a la servidumbre de la casa.

Con su muerte, la familia comienza a desintegrarse, aunque los hermanos Benjamín, Gustavo y su esposa María Luisa siguen viviendo en la casa.

Al morir Benjamín, Rosa queda como heredera y los sobrinos de las dos hermanas se llevan cuanto pueden.

Aspecto de la calle Florida en 1888, época en la que se sitúa el apogeo de La casa y de sus propietarios