La dama número trece

La dama número trece es la octava novela del escritor español José Carlos Somoza.

Entonces decide visitar la casa; por la noche, al intentar entrar, se topa con una misteriosa muchacha en la entrada (Raquel) que ha llegado atraída igual que él, como si ambos hubieran compartido lo mismo (la pesadilla) para llegar hasta allí.

Rulfo decide visitar a su viejo profesor de Literatura, César Sauceda, para comentarle el tema.

De entre sus lecturas recuerda un libro, Los poetas y sus damas, que se lo dio un catedrático austriaco, el profesor Rauschen, tiempo atrás.

Primero se presenta en su piso un antiguo cliente sádico que, después de humillarla, le pide la imago.

Raquel no puede permitir que el tipo se quede con su hijo secreto y mata a Patricio.

Rulfo nota que Raquel es otra mujer, más segura y consciente de sí misma.

César llama a Rulfo y le informa que ha encontrado el paradero de Rauschen.

Comprenden que su cruz era ser cada noche torturado, muerto y cada mañana renacido, así eternamente.

Rulfo vuelve a soñar con Lidia Garetti, esta vez ella le pide que busque al “paciente de la habitación número trece”.

Al final lo encierra en una celda donde descubre a Susana, maldecida por una filacteria, comiéndose hasta la raíz sus dedos.

Jacqueline, la nueva y cruenta Saga, se encara con Raquel, la Saga antigua, le pide que le diga dónde tiene escondida la imago de Akelos, de la que, una vez destruido el cuerpo, debe ser destruida en espíritu para ser reemplazada.

Raquel está muy deprimida e intenta suicidarse, lanzándose desde la ventana, pero no muere: la filacteria que le habían aplicado la mantenía con vida, para hacer su sufrimiento largo.

Primero recitan al revés la filacteria para activar nuevamente la imago, momento que aprovecha Raquel para lanzar su verso-arma contra Saga, pero no hace efecto; comprende que ha caído en una trampa y los estaban esperando.

Característico de esta novela son las constantes interrupciones del texto con frases sueltas y repetitivas en momentos claves en los que Rulfo o Raquel sufren un “choque mental” (podría interpretarse como una especie de sueño despierto, una ensoñación).

Entre otros sitios y calles que se mencionan están: La obra está dividida en 14 capítulos, que a su vez se dividen en varios episodios: Al utilizar la poesía como uno de los pilares de la trama (las Damas utilizan “versos de poder” como armas para controlar o herir a sus víctimas), en el libro se hace referencia a muchos escritores y poetas de diversos periodos literarios, así como a sus obras o poemas, por ejemplo: