Sir William St Quintín se casó con Rebecca, hija de Sir John Thompson, Señor Alcalde de Londres en 1736; la cual puede ser la representada en esta obra años más tarde.
Mide 2,08 x 1,47 metros, fue cedida a la Tate Gallery por el vizconde Portman.
La retratada aparece sentada en un sillón adosado a la pared, presenta en la mano una rosa, y una sonrisa que dulcifica la expresión de su rostro; esta, se corresponde con la benignidad que representa su pose.
El raso del vestido, la pared rojiza y la puerta gris consiguen una armonía buscada en la atmósfera que envuelve al personaje y que ratifica a la benignidad anteriormente citada.
Se dice que, en ella, Gainsborough representa cierta languidez, también propia de su espíritu personal, a pesar de estar retratando a una dama aristócrata de la clase dominante y dirigente, cuyo cuerpo “está hecho para la acción”, según cita Waterhouse en su obra Pintura en Gran Bretaña 1530-1790.