La lavandera es el cuadro más conocido del pintor realista Honoré Daumier.
No obstante, también puede apreciarse que la lavandera es fuerte, robusta, lo que reflejaría su consideración como una heroína, un «monumento a la honradez», pues así se veía por parte del socialismo de la época romántica.
Se representa como centro del cuadro a una mujer solitaria y trabajadora, que ha terminado su jornada y sube las escaleras, desde las orillas del río, dando la mano a un niño.
Detrás de ella se ven las casas brillando esquemáticamente a la luz vespertina En esta cuadro, Daumier pinta mediante masas compactas, con fuertes contrastes de claroscuro.
La lavandera aparece como una oscura silueta, el fondo está iluminado.