La mula herrada

La mula herrada es un relato fantástico de la tradición oral hondureña, ocurrido durante la colonización española.

Un día la madre de esta, enferma y achacada por la vejez pasaba cercano a allí, venía del pueblo de vender sus hortalizas, era muy tarde y se avecinaba una tormenta, no tuvo más remedio que ir al portal de aquella hacienda a solicitarle a su hija que le diera posada, una de las sirvientas le aviso a la muchacha y ésta sin querer ver a su madre, ordenó a la sirvienta de que la llevase no a una habitación de las tantas vacías que existían en su casa, sino a la caballeriza y que en el sitio desocupado de algún semoviente, la preparasen.

Aquella señora no mencionó nada, se encaminó detrás de la sirvienta y se aprestó a dormir sobre aquel frío suelo del corral, colocando su cesta cercano a ella; la noche llegó y la tormenta apresto con furia, los vientos soplaban inmisericordes, grandes estruendos y rayos alumbraban el cielo, asustando a una mula chúcara que estaba suelta en el corral, se dispuso a patear con sus pezuñas contra la señora ya dormida en el suelo.

A la mañana siguiente uno de los mayordomos llegó asustado a buscar a su patrona, la joven muchacha para contarle la dantesca escena que había descubierto, la muchacha fue en carrera a la caballeriza, presenció el horrendo espectáculo del cual su madre había sido víctima, de presto su conciencia tuvo un súbito despertar y echó a llorar desconsoladamente, todo aquello le ocasionó un trauma y falleció instantáneamente, sin haber tenido tiempo de arrepentirse de sus pecados y de tal injusto actuar con su propia madre.

Este ente se aparece a medianoche, cabalgando y rascando con sus cascos las aceras y piedras frente a las casas de personas de quien especialmente viven en pecado grave, con el fin de que cambien su actuar acorde a su comportamiento.