La portada se centra en la guerra de Israel-Gaza, dónde se encuentra el artista en forma de cómic pintando los edificios con un grafiti.
El marroquí se declaró antisionista declarado y normalmente comenta que siente pena y tristeza por la situación que vive el Estado de Palestina.
[3] El álbum se posicionó rápidamente en tendencias ubicándolo entre los catalanes más escuchados, detrás de Rosalía, Bad Gyal, Aitana y Morad.
Alcanzó los seis millones de oyentes en Spotify en tan solo dos semanas.
[6]También debutó en el top 100 de Promomusicae ingresando en el puesto número 21.