En la carpintería, se denomina labrado al proceso mediante el que se convierte un tronco desde su forma natural cilíndrica a una viga de madera con superficies más o menos planas utilizando en su mayor parte un hacha plana y alguna otra herramienta cortante.
El labrado de troncos se realiza en una serie de pasos: Luego de seleccionar un árbol y talarlo, se puede labrar en el mismo sitio donde ha sido derribado o arrastrarlo en un trineo o carreta tirada por caballos o bueyes para sacarlo del bosque y llevarlo a un sitio adecuado para trabajar.
[4][5][6] El resultado es una superficie rugosa que se encuentra apenas por debajo de la línea marcada.
El marcado y desbastado permiten quitar una cantidad apreciable de madera, lo cual simplifica el labrado y evita que grandes trozos de madera puedan ser arrancados durante el último paso del proceso.
Es posible obtener un mejor alisado final si se usa una garlopa, bastren, yariganna (una antigua herramienta de corte japonesa) u otros medios improvisados según las circunstancias.