Tiene forma cuadrangular y el borde del cráter se eleva hasta unos cien metros de altura en sus orillas arboladas.
En los seis años anteriores a 2011 perdió 2,4 m de altura, pero en ese año ascendió 1 m. El lago es hogar de la tilapia endémica del lago Chala Oreochromis hunteri,[3] considerada en peligro crítico por la lista roja de especies amenazadas de la IUCN.
[4] A principios del siglo XX se introdujeron cocodrilos en el lago y en 2002 una mujer fue asesinada por uno de ellos, un Crocodylus niloticus, mientras nadaba.
[5] Desde entonces, los pescadores locales han iniciado su erradicación mediante la caza y el envenenamiento, de forma que se ignora si todavía queda alguno.
[6] Esta área volcánica está sufriendo un rápido aumento del turismo, de forma que en el lado tanzano ya se ha instalado un campamento donde acampar y pasar unos días de vacaciones.