Se sabe que antes de la colonización romana, el asentamiento administrado por la familia italiana Bilibio estaba habitado por varios pueblos prerromanos, como los arevacos, pelendones, berones, belos, titos, lobetanos, lusones y vascos.
[1] El geógrafo Estrabón dejó consignado por testimonios realizados por Posidonio en su obra perdida De terrestribus et gesgraphici, que el Ebro tenía un fenómeno peculiar por el que se desbordaba sin aparente relación directa con efectos meteorológicos, salvo vientos de componente norte.
Domingo Hergueta, recogiendo opiniones de geólogos, comenta que se debería a la existencia de una gran laguna junto a las conchas que con el viento norte vertería sus aguas revueltas en mayor volumen al cauce del río.
Se cree que un faro mantenido por los habitantes de Bilibio iluminaba este paso para ayudar a la navegación.
[2] Hay quien opina que el origen toponímico de Rivaguda y Rivabellosa estaría en esta laguna.